¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE?
No ha sido definido, se el primero en definirlo
DEFINELO TU MISMOPero estas palabras estan cerca:
Venezuela
Son personas de distintas partes de venezuela que implementan su cultura de una forma vulgar. normalmente, la palabra tukky es sinonimo de malandro, choro, entre otras. la nueva generacion se ha visto afectada por esta cultura irracional, ya que en diferentes partes del pais se observan niños de tan solo 10-12 años utilizando armas bien sea de fuego o blancas. los sintomas mas frecuentes de un tukky son: Atraccion por la salsa (maelo ruiz, willie colon, etc), reggaeton, y merengue en algunos casos. otra de estos serian atraccion por la ropa pegada y sin ningun estilo. gorras, camisas o franelas con mensajes subliminales. entre otras se incluitian los collares de multiples colores y llamativos
es tukky porque tiene tom saylor, levi's rojos (pegado) chemise lacoste (imitacion, y de paso manga larga) y gorra con simbolo de marihuana.
Venezuela
Puerto Rico
Su significado es similar al de "memorandum" o "memo" en el inglés estadounidense.
El memo (o memorándum) es un documento que se envía por e-mail, fax o impreso a toda persona o a personas específicas dentro de una compañía u oficina. Usualmente el memo es para informarles a los empleados de algún evento a ocurrir, para notificar de cambios y arreglos dentro de la oficina o para recordar a los empleados acerca reglas, instrucciones o información pertinente a los mismos. Es usualmente el medio más común por el que el jefe comunica información general a sus empleados.
Por tal, razón, las expresiones haciendo referencia a el memorándum son comunes el habla coloquial. Por ende, "memo" se podría utilizar como sinónimo de información o de noticia.
- ¿Te llegó el memo?
- ¿Cuál?
- El que dice que se van a hacer modificaciones a nuestro plan médico.
- Miguel: ¡Yo te gano en baloncesto!
- Carlos: ¿No te llegó el memo?¡Ayer me nombraron rey de la cancha!
Puerto Rico
Argentina
Erección; 1. aparato reproductor masculino: es la acción de levantarse y ponerse rígido el pene tras llenarse de sangre los cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso, aumentando su tamaño y rigidez de extrema dureza; proceso provocado tras el estímulo y excitación sexual, e involuntariamente durante la noche en la fases del sueño REM. sinónimo: elevación, alzamiento, erecto, parado. La erección del pene permite la introducción del mismo tras la penetración en la cavidad vaginal logrando el natural acople del acto sexual entre un hombre y una mujer; acto primordial esencial en la reproducción humana. (Antónimo: flacidez, relajación)
Erección: 2. aparato genital femenino; acción de ponerse rígido el clítoris tras su estímulo o excitación sexual; y también el endurecimiento de los pezones.
Erección: 3. erigir o levantar un monumento o construir una edificación de gran magnitud e importancia.
"Tras el estímulo sexual en un cálido ambiente, el pene logro una firme erección"
"El baño de agua fría y la excitación sexual producen la erección de los pezones"
Argentina
Rep. Dominicana
Metanoia es es un enunciado retórico utilizado para retractarse de alguna afirmación realizada, y corregirla para comentarla de mejor manera. Su significado literal del griego denota una situación en que en un trayecto ha tenido que volverse del camino en que se andaba y tomar otra dirección.
Esta palabra también es usada en teología cristiana asociando su significado al arrepentimiento, sin embargo y a pesar de la connotación que a veces ha tomado no denota en sí mismo culpa o remordimiento, sino la transformación o conversión entendida como un movimiento interior que surge en toda persona que se encuentra insatisfecha consigo misma. En tiempos de los primeros cristianos se decía del que encontraba a Cristo que había experimentado una profunda metanoia, como sinónimo de revelación divina o epifanía.
La metanoia también es denominada por la religión católica, como una transformación profunda de corazón y mente a manera positiva. Hay teólogos que sugieren que la metanoia es un examen de toda actividad vital y una transformación de la manera como se ven y aceptan los hombres y las cosas. (Guardini, 1982:139)
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Rep. Dominicana
Colombia
En Cúcuta la palabra 'toche' se usa hasta pa miar….. ¿No me creen? Aquí van algunas perlitas:
1.
Reemplaza al sustantivo nada: Puros enredos y no dijo un toche, no trajo un toche y no encontró un toche.
2.
Se usa como interrogación: ¿Qué toches dijo este marica? ¿Qué toches pidió ese guevon?
3.
En forma despectiva: ¡Tan toche!
4.
Con el pronombre quien: ¿Quién toches llamo?
5.
Para menospreciar algo: Una toche fiesta, una toche camisa.
6.
Para reemplazar una persona: Ese pobre toche, el toche ese no sirvió pa nada, este toche la cagò.
7.
Como despectivo y vulgar: Vaya coma toche, este grandísimo toche.
8.
En lugar de golpe o puñetazo: Le dieron que tochazo el hp.
9.
Rápido o veloz: Ese marica salio destochado.
10. Para los perdidos: ¿Dónde toches estamos?
11. En lugar de pendejo: No sea tan toche mano.
12. Como sinónimo de oscuridad: No se ve un toche.
13. Para un mentiroso: Este guevon habla puras tochadas.
14. Para un loco: Ese man esta destochado.
15. Para los incrédulos: No me crean tan toche, Siiii tochito!!!.
16. Para los ignorantes: Este man no sabe un toche.
17. Para las cosas pequeñas: ¿Esa tochadita?
18. Para cosas grandes: ¡Que tochadota esa!
19. En la gastronomía: ¡Vaya coma mucho toche!
20. En tiempos de escasez: No hay un toche que comer.
21. Como mal educado: Se porto como un toche.
22. Para disimular: ¡Hágase el toche
Colombia
Perú
De larga transformacion hispanohablante, este y otras terminos se originaron como insultos, probablemete el termino mas antiguo y congruente haya sido el "Vete a la Mierda", y sus variaciones "Mandar a la mierda", intuyo que en algunas ciudades "grandes" de hace 200 o mas años la mierda se acumulaba con suma facilidad en ciertos lugares de mucha concentracion como mercados, ferias iglesias, (especialmente en dias festivos), y "mandar a la mierda" alguien, significaria presisamente eso, (asqueroso y humillante por tener el asco natural de nuestras propias excretas), otras variantes serian le "Sacar la mierda", que facilmente se deduce consistia en desposeer al aludido de sus orinas y excretas a base a una paliza, este ya casi en un sentido figurado; probablemente y paralelamente ya se estubieron acuñando la frase del estudio en cuestion, cuyo sentido original seria "Vete a la Concha de tu Madre", aludiendo a que el sujeto, objeto de dicho agravio verbal regrese al vientre materno por donde vino, y es aqui donde se dispersa mas ampliamente la frase generando inumerables variantes en funcion a la descripcion de cada elemento conformante (Concha) ya que Concha en Peru es sinonimo de Vagina, Chucha y otras variantes gramaticales, finalmente la frase original "Vete a la Chucha de tu Madre", variacion logica de lo expuesto anteriormente se transformaria en solamente "Chucha tu madre" con un caracter de contraccion gramatical, entre otras variante tenemos "Conche tu madre", "Chucha tu vida", "Recucha tu vida" y muy popular actualmente "Uncucha", aunque actualmente su caracter original de insulto esta pasando tambien a definir que alguien es muy bueno en algo, un As, Por ejemplo: Juan moviendo su balon es un conche su mare", aludiendo que Juan jugando futbol es muy bueno.
Arbitro Chucha tu madre, ratero...
Este diccionario virtual es de la Rechucha
Perú
México
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".
La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.
El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.
Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).
El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.
La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.
Octavio Paz - Octavio Paz
De El laberinto de la soledad
México